jueves, 12 de febrero de 2009

El Cerro Baul de Moquegua



CEREMONIAS CON CERVEZA EN EL ANTIGUO PERÚ

Moquegua 12 de febrero del 2009.

En esta linda Ciudad de Moquegua a 25 minutos por la Binacional rumbo al Distrito de Torata se encuentra esta maravilla del Cerro Baul y poco a poco viene turistas a visitar este recurso natural.

Poco a poco los arqueólogos han empezando a desvelar las costumbres de los habitantes de hace cientos de años de
Cerro Baúl en Perú. Entre ellas se encuentra la elaboración de cerveza de maíz por parte de mujeres de clase alta.

Cerro Baúl es un altiplano que se eleva a 600 metros sobre el nivel del valle, midiendo su cumbre un área de unas 25
hectáreas. Restos arqueológicos fueron descubiertos en los setenta, y aunque se sabía que el lugar debía de tener
propósitos ceremoniales, su función final permanecía poco clara hasta ahora.
Michael Moseley de University of Florida en Gainesville ha estudiado el imperio wari que controló el sur de Perú hasta el
año mil de nuestra era y se vio atraído por Cerro Baúl.

Este arqueólogo y su equipo han excavado este cerro enclavado en el valle del río Moquegua y creen saber ya que pasó
allí. Al parecer los habitantes eran cerveceros y principalmente mujeres. La cerveza se elaborada con maíz y se utilizaría
en ceremonias rituales.

Los resultados han sido publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Agricultores y ganaderos habitaban el valle y sólo la clase dirigente habitaría la cumbre del monte. Este monte es un sitio
impracticable donde vivir y todos los recursos necesarios para su mantenimiento provendrían del valle.

Estos investigadores han encontrado una seríe de habitaciones donde hay depósitos de ceniza y fragmentos de
cerámica pertenecientes a cubas o tinajas y también a vasos ceremoniales. Esto sugiere que el sitio sería una
cervecería ritual. Cada tinaja contenía 150 litros, y el sistema encontrado tenía la capacidad de producir 1600 litros de
cerveza cada vez.

En la misma región todavía se consume una cerveza artesana denominada chicha fabricada con jugo de bayas
fermentadas.

Un grupo de investigadores ha intentado reproducir la cerveza que se elaboraba allí hace más de mil años y al parecer
resulta ser demasiado picante para el gusto actual. Además del maíz la bebida estaría especiada con bayas picantes
procedentes de un árbol.

También han encontrado una docena de alfileres de cabeza plana ornamental que servirían para sujetar el vestido o
chal de las mujeres wari de la aristocracia encargadas de la ceremonia y denominadas “vírgenes del sol”.
La hipótesis de trabajo refuerza la idea de que los habitantes del cerro eran personas pertenecientes a la clase alta y que
organizaban y mantenían las ceremonias de cerveza del lugar.

Quizás las mujeres se desprendían de estos alfileres como una parte de la ceremonia una vez que conseguían obtener
la cerveza. Al encontrase entre la ceniza es de suponer que después de la ceremonia no se recuperaban. Ellas re
retirarían la vestimenta al lado de las cubas hirvientes y el alfiler se perdería en el proceso.

Se han encontrado además dos tipos de vasos ceremonial bellamente ornamentados denominados keros de una
capacidad de unos dos litro y de medio litro que contendrían la cerveza. Una vez terminada la ceremonia o terminada la
bebida los vasos eran arrojados al fuego.
n uno de estos rituales el fuego llegó a consumir la estructura de madera del edificio, produciendo la posterior caída del
mismo y preservando esta historia hasta nuestros días, pues en estos mil años los restos han permanecido
prácticamente inalterados.